La hora de la comida puede ser un desafío para muchos padres con niños pequeños. A menudo, los pequeñitos pueden mostrar resistencia, ser quisquillosos con la comida o simplemente no estar interesados en probar nuevos alimentos. Como expertos en educación infantil, entendemos la importancia de hacer del momento de la comida una experiencia positiva y placentera para los niños. Aquí te presento cuatro consejos que te ayudarán a hacer que tu pequeño disfrute del momento de la comida y desarrolle hábitos alimenticios saludables.

Crea un Ambiente Atractivo: El entorno en el que se realiza la comida puede influir significativamente en la actitud del niño hacia ella. Trata de hacer que la hora de comer sea una experiencia agradable y acogedora. Utiliza platos coloridos y divertidos, con diseños que llamen su atención. Además, una mesa bien dispuesta y una silla cómoda harán que el niño se sienta más a gusto durante la comida.

Considera también la iluminación y la música suave de fondo para crear un ambiente relajado. Evita distracciones, como la televisión o dispositivos electrónicos, ya que pueden hacer que el niño se desconcentre y pierda el interés en la comida.

 Ofrece Variedad y Texturas Diferentes: Los niños pequeños suelen ser exploradores curiosos por naturaleza. Aprovecha esta característica para presentarles una variedad de alimentos con diferentes colores, sabores y texturas. Introduce nuevos ingredientes de manera gradual para que puedan acostumbrarse a ellos.

Prepara platos creativos y atractivos que combinen distintos grupos de alimentos, como frutas, verduras, proteínas y cereales. Las opciones visiblemente coloridas y bien presentadas pueden ser más atractivas para los pequeños.

Establece Rutinas y Horarios Regulares: Los niños prosperan con las rutinas, y la hora de la comida no es la excepción. Establecer horarios regulares para las comidas puede ayudar a que el niño se sienta más seguro y confiado sobre cuándo comerá. Intenta mantener horarios consistentes para el desayuno, el almuerzo y la cena.

Además, incluye a tu pequeño en la preparación de la comida siempre que sea posible. Dejar que participe en la selección de alimentos o en la preparación de recetas simples puede aumentar su interés y entusiasmo por probar nuevos platos.

Haz de la Comida una Experiencia Social: Comer es más que simplemente satisfacer una necesidad fisiológica; también es un momento para conectar y socializar. Intenta comer en familia siempre que sea posible. Compartir la mesa con los padres o hermanos mayores puede ser una experiencia enriquecedora para el niño y fomentar hábitos saludables.

Además, utiliza el momento de la comida para hablar con el niño sobre los alimentos, sus propiedades nutricionales y la importancia de una dieta equilibrada. Evita forzar o presionar al niño para que coma, en cambio, anímalo a probar pequeños bocados y valora sus esfuerzos.

Recuerda que cada niño es único, y es normal que tengan preferencias y aversiones alimenticias. La paciencia y la perseverancia son clave para ayudar a tu pequeño a desarrollar una relación saludable con la comida. Ofrece apoyo y aliento mientras exploran nuevos sabores y texturas.

En conclusión, el momento de la comida puede ser una oportunidad para fortalecer los lazos familiares y enseñar hábitos alimenticios saludables desde una edad temprana. Con un ambiente agradable, variedad de alimentos, rutinas regulares y la compañía de seres queridos, tu pequeño aprenderá a disfrutar de la comida y a valorar los beneficios de una alimentación equilibrada. ¡Así que empieza a crear experiencias positivas en torno a la comida y observa cómo tu pequeño se convierte en un comensal aventurero y feliz! Desde el gabinete psicopedagógico de Logos Nursery School apoyamos a nuestros papás en cualquier cuestión que pueda surgirles.

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