Algunos de los beneficios de la actividad en los niños. El fútbol desarrolla agilidad, velocidad y resistencia. Además, jugando al fútbol los niños también aprenden la importancia del trabajo en equipo y el valor del esfuerzo individual a favor del grupo.

Tener que mover el balón con los pies implica no solo el desarrollo de la coordinación óculo-pédica (ojo-pie), sino también un importante trabajo de equilibrio. Esto se debe a que, durante algunos momentos, el cuerpo se encuentra sobre una sola pierna. Además, las fintas y los regates implican movimientos que requieren mucho equilibrio para no caerse en los giros.

A nivel social, los pequeños que juegan al fútbol desarrollan la capacidad para cooperar e interactuar con otros niños. Además, para mover el balón, es necesario saber comunicarse. Esto implica hablar claro, escuchar y también desarrollar habilidades de comunicación no verbal.