Desgraciadamente, a veces algunos chicos no quieren jugar con otros, provocando que estos últimos se sientan mal. Afortunadamente, los adultos, como padres y docentes, tenemos en nuestras manos las herramientas necesarias para evitar que un niño excluya a otro.

A continuación, vamos a ver cómo podemos impedir que se produzcan comportamientos de exclusión entre niños. Para ello, conviene actuar en origen, en el mismo instante en que se observa una situación anómala.

¿Por qué algunos niños excluyen a otros?

Para dotar a los niños de las habilidades sociales necesarias para evitar situaciones de exclusión hemos de conocer la aparición del problema. ¿Por qué se produce una situación así? Las causas pueden ser muy variadas:

  • Puede ser que se excluya a un niño para cumplir con las reglas sociales de algún juego.
  • También se da para que unos niños tengan el control del juego. Como líderes, toman las decisiones que consideren pertinentes.
  • Se protegen de otros chicos que consideran intrusos dentro de su grupo social.
  • Algunos niños podrían entender que la entrada en otros muchachos en un juego o grupo podría poner en peligro la situación, por lo que excluyen a nuevos miembros para evitar distorsiones.
  • También hay chicos que se sienten amenazados de poder ser excluidos, por eso prefieren excluir primero.

Cómo deberíamos responder con adultos

Obviamente, como personas mayores, hemos de dar una respuesta clara y contundente a estas situaciones de exclusión. Ahora bien, ¿cómo hacerlo para que no se generen mayores problemas y discrepancias?

Preguntas no punitivas

Una fórmula interesante para evitar la exclusión es lanzando preguntas no punitivas. Es decir, como adultos, ya seamos padres o docentes, debemos cuestionar al niño que trata de excluir a otro sin que por ello se considere juzgado o víctima de un futuro castigo. Se hace así para recibir respuestas más sinceras y naturales.

Una vez tenemos claro el motivo de la exclusión, podremos buscar soluciones adecuadas al hecho de que un chico no quiera jugar con otro por lo que sea.

Generación de empatía

Como adultos, debemos educar a los niños de manera que sean empáticos. Si se ponen en el lugar de sus compañeros, será más sencillo que los comprendan y los acepten, sean cuales sean sus circunstancias personales.

Guía y enseñanza

Como adultos, también trabajaremos como guías y ejemplos para que los niños aprendan habilidades sociales de forma satisfactoria. Si manejan sus emociones con asertividad, tanto mejor para evitar ser excluidos o que excluyan a otros chicos.

Participación activa

En cualquier caso, como adultos jamás miraremos hacia otro lado. Si observamos una situación similar, hemos de actuar con tacto y empatía, pero también con presteza y diligencia.

Hay que ayudar a los pequeños a que entiendan que las situaciones de exclusión para otros pequeños pueden ser traumáticas y generar problemas futuros. Y todo ello se hace por medio del diálogo veraz, comprometido y sincero.

Por tanto, conviene que tanto docentes como padres participemos y formemos parte de la solución. Hablando de forma empática, entendiendo los sentimientos de los pequeños, podemos ser de gran utilidad.

Uso de recursos

Es una buena opción para evitar que los niños se excluyan entre ellos. Hoy en día disponemos de mucho material didáctico y de entretenimiento. Destacan los cuentos, los libros, las películas, los juegos, las obras de teatro, las actividades escolares… Hay un sinfín de opciones para que los pequeños aprendan divirtiéndose.

Estas posibilidades son válidas para saber cómo evitar que un niño excluya a otro. Gracias al equipo profesional y altamente cualificado con el que contamos en Logos Nursery School, escuela infantil de Las Rozas,  tenemos siempre en consideración estas y otras propuestas para que los niños sean felices mientras aprenden.

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