No siempre es fácil lograr que el niño exprese sus emociones. A medida que van creciendo, los chicos pueden volverse algo menos dados a que sus sentimientos se vean con facilidad.

Desde bien pequeños, las rabietas y el llanto suelen ser las fórmulas comunicativas más habituales en los peques, dado que todavía no hablan o manejan una cantidad de palabras muy escasa para poder expresar lo que sienten con habilidad y mínima eficiencia.

Dicho esto, consideremos las rabietas y los lloros como lo que son: formas de comunicarse para mostrar que quieren algo, que tienen hambre, que hay pis o caca en el pañal y no están cómodos, que tienen frío o calor…

Pero los bebés van creciendo, evolucionando y desarrollándose a todos los niveles, tanto físicos como psicológicos. Por eso, a medida que su vocabulario crece y su capacidad para hablar mejora, hemos de trabajar con ellos para que aprendan a expresarse de manera adecuada, y no solo para pedir lo que necesitan o hablar de sus gustos y preferencias, también para que entiendan sus emociones y sentimientos, y para que las puedan verbalizar sin problema alguno.

Por norma general, los peques no suelen mostrar problemas en expresar frustración. Cuando tienen que hacer algo que no les gusta, como pueda ser ducharse, cambiarse de ropa, recoger sus juguetes… No es común que se muestren reacios a sus famosos “no me gusta”, “no me apetece”, “no quiero”, etc.

Ahora bien, los enfados, la felicidad, las situaciones que les molestan, aunque no sepan con exactitud el porqué… En esos campos hemos de trabajar más y con mayor ahínco, pues ahí los chicos no tienen claro qué les ocurre, pues no son capaces de identificar sus emociones.

Aprende cómo lograr que el niño exprese sus emociones

Dicho esto, vamos a dar algunas pautas para lograr que el niño, tenga la edad que tenga, aprenda cómo expresar sus emociones con libertad, lo que le ayudará a manejar sus sentimientos de mejor manera, aceptándolos y potenciando los positivos mientras minimiza los negativos.

Deja que se exprese con libertad

Debemos ayudar y animar a los peques a que se expresen con libertad. Este aliento les servirá para entender que sus emociones no tienen por qué ser escondidas, ni lo hacen mejor o peor, solo humano.

Escucha activa

Cuando el niño se exprese, el escucharemos de forma activa, con atención, dando la importancia que merece. Igual que a nosotros, como adultos, nos gustar ser escuchados y tenidos en cuenta, a los peques los ocurre igual.

Acepta los sentimientos de los niños

A ratos tendemos a criticar o minimizar los sentimientos infantiles, lo que hace que nosotros no los aceptemos, y ellos tampoco. Así pues, los peques se saben incómodos, poco respetados, pensando que eso que sienten no tiene importancia ni valor.

Aceptemos sus sentimientos y, si están enfadados, en lugar de ningunear la emoción, hagámosles saber que podemos tener la empatía suficiente para comprenderlos, y también para guiarlos de la mejor manera.

Escucha refleja

Se llama escucha refleja al ejercicio de hacerle saber al niño que le estamos escuchando, que comprendemos lo que piensa, y que también entendemos lo que siente. De esta forma el peque sentirá que empatizamos, y eso nos ayudará a que le podamos apoyar, a que le demos ideas para expresar sus emociones, para manejarlas de forma más adecuada, etc.

Desde el gabinete psicopedagógico especializado de Logos Nursery School Guardería de Las Rozas de Madrid podemos ayudarte para lograr que el niño exprese sus emociones y se desarrolle de forma adecuada, en plenitud psicológica y física, para que disfrute de una vida feliz llena de positividad y alegría.

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