Damos especial importancia a las necesidades de nuestros bebés, como por ejemplo sus rutinas de higiene. Gracias al bajo número de alumnos por clase conseguimos un contacto visual y cercanía que nos permite atenderlas sin adelantar ni retrasar demasiado su satisfacción, cuidando a la vez la relación afectiva con el niño: acariciándole, hablándole…

DESARROLLO EVOLUTIVO EN EL PRIMER AÑO DE VIDA

En esta etapa el lenguaje corporal será su primer lenguaje, ya que, irán expresando sus necesidades mediante gestos, actitudes y contactos visuales que provocarán reacciones en su entorno dándose así un intercambio afectivo con los demás. Empezará a reconocer rostros conocidos y reaccionará con los lloros frente a los extraños. Esas reacciones también se verán reflejadas en el cuerpo, a través del tono muscular y de la tensión del mismo.

En el primer año destacan las funciones biológicas de autoconservación: la succión, chupar y morder  serán sus actividades como forma de exploración del mundo que les rodea.

Este momento constituye una etapa básica para educar y disfrutar del cuerpo; es la llamada “Etapa del sueño” en la que sobre todo a partir de los 4 meses (cuando los bebés se incorporan al centro), será  el movimiento, el desplazamiento en el espacio, el que le va hacer avanzar en su desarrollo.

Damos especial importancia a las necesidades de nuestros bebés, como por ejemplo sus rutinas de higiene. Gracias al bajo número de alumnos por clase conseguimos un contacto visual y cercanía que nos permite atenderlas sin adelantar ni retrasar demasiado su satisfacción, cuidando a la vez la relación afectiva con el niño: acariciándole, hablándole…

DESARROLLO EVOLUTIVO EN EL PRIMER AÑO DE VIDA

En esta etapa el lenguaje corporal será su primer lenguaje, ya que, irán expresando sus necesidades mediante gestos, actitudes y contactos visuales que provocarán reacciones en su entorno dándose así un intercambio afectivo con los demás. Empezará a reconocer rostros conocidos y reaccionará con los lloros frente a los extraños. Esas reacciones también se verán reflejadas en el cuerpo, a través del tono muscular y de la tensión del mismo.

En el primer año destacan las funciones biológicas de autoconservación: la succión, chupar y morder  serán sus actividades como forma de exploración del mundo que les rodea.

Este momento constituye una etapa básica para educar y disfrutar del cuerpo; es la llamada “Etapa del sueño” en la que sobre todo a partir de los 4 meses (cuando los bebés se incorporan al centro), será  el movimiento, el desplazamiento en el espacio, el que le va hacer avanzar en su desarrollo.

Descubrirá el volteo (la capacidad de darse la vuelta por sí mismo, pasando del boca-arriba al boca-abajo y viceversa). El tono de los músculos de su cuello se irán fortaleciendo, así como los glúteos y sus lumbares. Ello va encaminado a permitirle la sedestación (inicialmente con apoyo, para pasar a mantener sentado sin ayuda).

La sedestación le permitirá mejorar la manipulación con las manos; y la vista y el oído irán quitando protagonismo a la boca como medio de exploración de las características de las cosas. Sus sentidos van a ir madurando con las experiencias e irá descubriendo partes de su cuerpo: manos, pies…

Tras el volteo y la sedestación descubrirá la posibilidad de “arrastrarse”: primero circularmente (girando sobre el abdomen) y luego reptando.

Alrededor del último trimestre se iniciará en el gateo, para acabar en la bipedestación alrededor del año.

Teniendo en cuanta todos estas circunstancias, la actividad en el centro será flexible para atender inicialmente a cada uno de los bebes y sus actividades estarán relacionadas con el movimiento de su propio cuerpo y la experimentación con los elementos del entorno.